top of page
Foto del escritorPatricia Alvarez

LENTO, PERO SEGURO

Tal vez hay, por lo menos, tres explicaciones lógicas y terrenales para esta historia, o inclusive podrías pensar que ya me he vuelto totalmente delirante, es válido. Antes de que tomes tu decisión te comento,  la segunda lección de un Curso de Milagros dice “Le he dado a todo lo que veo , el significado que tiene para mí” y, creas o no en el Curso, tiene sentido, ¿cierto?


Esa mañana del día en que usualmente festejábamos el cumpleaños de mi padre en vida y yo andaba entre melancólica e incómoda por situaciones de mi propia vida.  Después de un rato y tras algún suceso, tuve lo que llamo  “Una seria conversación con Jesús”, las que regularmente tengo cuando pierdo la brújula. Le hablé así como interpelándole de manera retadora, casi enojada, y muy firme en mi planteo,  cerré diciendo: “me querés hacer el favor de darme una certera y concreta respuesta, una guía que no tenga ambigüedades, sin posibilidad de libre interpretación, ¿eh? “ . No lo hice, pero seguro podemos imaginar el quiebre de brazos en jarra sobre la cadera porque  esa fue mi actitud y mi tono.  

Segundos después, y te prometo que no te exagero nada, escuché un golpecito en el patio, un sonido distinto al acostumbrado al de las hojas cuando caen, que, dicho sea de paso, me sigo preguntado cómo rayos hacen para colarse en la estrecha distancia entre los vidrios y el pretil. Di una mirada rasante y no vi nada raro, ni siquiera había hojas nuevas en el piso.  Y ya me iba cuando la vista se topó con una asadera que había dejado afuera del horno, en el improvisado tope de mi cocina abierta, y decidí volverla a su lugar.





Ahí lo vi, era un caracol que había caído, no sé si de la claraboya o del arbolito, pero estaba en el centro de la asadera, patas, o más bien, cuerpo para arriba tratando de volver a su postura de andar.










Primero me dio un escalofrío de emoción, pero acto seguido, no te voy a mentir, me acordé  de la caricatura de Miguelito el de Mafalda cuando le pide algo a la vida y le cae una hoja en la mano, no le dije amarrete como él, porque no fue lo que sentí pero mi actitud fue bastante "Miguelita"  me reí fuerte y le pregunté a Jesús , ¿En serio? ¿Yo te pido una señal y vos me mandás un caracol?  





Por suerte me di cuenta que la prioridad era ayudarlo, ( si no todavía estaría “discutiendo” con Jesús) lo di vuelta y vi que en la caída se le había aboyado el caparazón. Me vine a buscar en internet “un caracol en casa”, pensando en cómo ayudarlo pero, lo primero que encontré (lo segundo , lo tercero y lo cuarto)  fueron significados esotéricos de un caracol en casa. Aún así me senté a leer la variopinta cantidad de simbolismos algunos muy obvios, otros más pensados, por ejemplo :


El caracol anuncia que se debe ir con calma y dejar que las cosas fluyan, pues quizá al ir tan de prisa te puedes estar perdiendo algo verdaderamente importante en tu vida"

“La presencia de tener caracoles en casa,  se relaciona con un buen presagio, ya que te está diciendo que el ritmo que llevas es bueno y que debes seguir en lo tuyo, sin importar si vas atrás o adelante " .

“Los caracoles son relacionados con dejar a un lado el estrés y vivir la vida con tranquilidad, así que es un llamado de atención para que las personas dejen de preocuparse por hace todo a tiempo.”

 “Los animales pueden transmitir mensajes divinos a las personas que los encuentran. Encontrar un caracol en tu hogar podría ser una señal de que hay algo que debes prestar atención en tu vida, o que necesitas tomar una decisión importante.”

“Los caracoles suelen estar siempre en estado de alerta a cualquier movimiento, y en caso de que considere que un peligro se acerca se refugia en su caparazón, así que su presencia puede estarte advirtiendo que corres peligro y que por ello debes estar atento.”

Entendí que me podía pasar días leyendo pelotucedes de significados de caracoles en casa y a cada una encontrarle una analogía o un contra argumento, y mientras, el animalito seguía herido y  torcido , metido en una asadera.

Afiné la búsqueda hacia el hábitat del caracol, algo un poco más científico y útil, leí un rato porque no imaginaba tantas especies de caracol, hasta que encontré las condiciones idóneas y  me puse a trabajar en su acondicionamiento: humedecí el fondo y le armé un pisito con hojas secas y luego lo cubrí con hojas tiernas de mi arbolito, hojas de brócoli y de espinaca como para que se alimentara y pasé la asadera a un lugar más cálido. Él se alborotó, le salía una gran cantidad de baba y, según algún wiki, eso era porque había sido molestado, digamos que estaba enojado y me parecía normal. Ahí comenzó a avanzar “a toda marcha”, daba vueltas sobre las hojas.  Me fui a hacer mis cosas y cada tanto venía a observarlo.





Al principio seguía dando vueltas, más tarde vi que trepaba por la pared de la asadera, buscando salir y diligentemente coloqué una asadera más grande debajo de la otra, con igual ambientación. Y esa, a su vez la puse sobre una plancha de mi horno, acondicionada como un tercer piso privado, todo sobre una mesa en la que también esparcí hojas ,de manera que pudiera llegar a otros ambientes amigables.

¿Cuánto demoré en comprender que eso no era "diligencia", sino control?  No estoy segura pero de pronto  resultó muy obvio y hasta un poco vergonzoso. No tengo un gran jardín, pero si  un árbol con suficiente ambiente como para colocar la asadera junto a hábitat natural para él y la realidad era que yo había armado un  “edificio” de lugares para que estuviera bien, pero bajo mi control. Le saqué unas cuantas fotos testimoniales, coloqué la asadera en el piso, junto al árbol y me fui a trabajar.




Al volver le encontré en la posición y el lugar que menos pensé: en el borde externo de la asadera, no bajó a tierra , diría que ni supo que ahí había un árbol, le dije “Ah, estás más loco que yo”.

Hace más de una semana que está igual, llegué a creer que había muerto, pero leyendo un poco más entendí que está en hibernación  y que él eligió hacerlo ahí.  



Leí también esto : “Transformación: el caracol es un animal que cambia constantemente de hogar, ya que va moviendo su casa a medida que crece. Por esta razón, encontrar un caracol en tu hogar puede representar un momento de cambio o transformación en tu vida.”


En esa frase hay muchísimas analogías con mi proceso, pero no las quiero justificar, solo elegí creer en este significado y creer que realmente me está acompañando en mi lento , pero seguro proceso, aunque su inmovilidad ya no me permite seguir hablando con él. ( Como si hubiera diferencias entre hablar con un caracol en movimiento, o un caracol hibernando , tal vez si estoy delirante , ja,ja,ja )

¿Qué significado tiene para ti?

 

 

36 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page